martes, 31 de diciembre de 2013

2014

No me gustan los números pares pero tengo que decir que el 2014 es bonito. Un 2, un 1 (mitad del 2) y un 4 (doble del 2).

Hoy queda cumplir el ritual de fin de año (depilarse, romper unas medias antes de estrenarlas y cocinar) y dejaré atrás el 2013. En resumen ha estado bien, incluso diría que muy bien. Lo mejor de todo es que he aprendido a tener paciencia, o por lo menos he aprendido a saber que tengo que tener paciencia y disfrutar del mientrastanto.

Soy una entusiasta pesimista que vive con un desapasionado optimista. Resultado; una felicidad tranquila. Nos enseñamos mutuamente a identificar nuestros defectos y a ser idulgentes con los del otro. Ni renunciamos en exceso ni exigimos en exceso. Hacemos muchísimos planes, unos realistas y otros para 'cuando le den el soborno los ladrones del Tiffany's', pero disfrutamos lo mismo unos que otros. Sonreimos mucho y nos tocamos mucho y ya casi estoy lista para decir que mi casa está en Madrid (sentirlo, lo siento desde hace un rato).

Esto funciona.

Llevar una alianza y decir 'mi marido' ya no va a cambiar nada, pero el fiestón que nos vamos a pegar no nos lo quita nadie. Because we worth it. :)

¡Feliz 'año de mi boda' a todos!